Todos sabemos que son muy pocos los que realmente cumplen el
objetivo de cambiar un hábito. Es una de las cosas más difíciles de realizar en
la vida, por eso se necesita consciencia para entender que es lo que nos ayuda
a cambiar, de eso se trata la ciencia del cambio.
La primera creencia que deberíamos eliminar de nuestro
vocabulario es, que cambiar es un tema de autodisciplina, de fuerza de
voluntad. Realmente depende más de nuestra capacidad de crear estructuras y
estrategias que nos ayuden, que de tener autodisciplina.
Los tres temas a tocar son, las excusas y las creencias
limitadoras, el entorno y sus disparadores y las preguntas activas. En esta
primera parte veamos las excusas y las creencias limitadoras.
El mundo del comportamiento humano por supuesto que es mucho
más complejo que solo estos tres temas, sin embargo, conociendo bien a fondo
estos tres temas podemos lograr un cambio en nuestras vidas, al menos elevaríamos
nuestro nivel de consciencia, para los que quieran profundizar tenemos el libro
que nos inspiró a crear esto y está recontra recomendado, se llama
disparadores, de Marshall Goldsmith.
Las excusas y las
creencias limitadoras.
Las excusas son básicamente la razón que utilizamos para
explicar por qué no cumplimos las expectativas después de un hecho. Puede
ocurrir, a todos nos pasa que le culpamos al tráfico, al despertador, al frío,
al cansancio, etc. La lista es interminable. Sin embargo las excusas dentro de
todo son inocentes comparadas con las creencias limitadoras. Cuando hablamos de
creencias limitadoras hablamos de algo mucho más dañino y se genera porque es
mucho más fácil, y más divertido, atacar la estrategia de quien quiere ayudar
que tratar de resolver el problema, mucho más sí ese problema tiene que ver con
nuestra conducta. Nos protegemos dentro de un conjunto de creencias que
desencadenan la negación, la resistencia, y generalmente termina en que nos
desilusionamos a nosotros mismos. Las creencias intentan desencadenar el
fracaso antes de que llegue a ocurrir. Sabotean un cambio duradero impidiendo
su posibilidad de existir. Utilizamos nuestras creencias como artículos de fe
para justificar nuestra parálisis y por qué no obtenemos resultados.
¿Qué es una creencia?, podemos definir a la creencia como
una versión de la realidad que está compuesta por nuestras experiencias y
nuestro conocimiento, es nuestro lente que filtra la realidad que vemos. En la
ciencia del cambio, entendemos que nuestra creencia es nuestra, no es la
realidad absoluta, por lo tanto podemos cambiarla y cambiándola podemos crear
nuevas realidades que nos hagan más felices con nosotros mismos. Tenemos una
lista de creencias limitadoras y estamos seguros que se van a identificar con
muchas de estas.
LISTA DE CREENCIAS
1.
Una epifanía me cambiará la vida de golpe
a.
Una epifanía implica que el cambio surgirá de
una revelación y una fuerza de voluntad repentina. Un día cuando toque fondo
voy a ser la persona más disciplinada de este mundo.
b.
Puede que aliente un cambio a corto plazo, pero
nada significativo o duradero, porque el proceso está basado más en el impulso
que en la estrategia, en esperanzas más que en estructura.
2.
Mis esfuerzos tendrán una recompensa justa
a.
Desde la infancia nos enseñan a creer que la
vida es justa. Nuestros nobles esfuerzos y el buen trabajo serán recompensados.
Cuando esto no ocurre, nos sentimos estafados, y las expectativas frustradas
desencadenan el resentimiento.
b.
Quieran el cambio porque creen de corazón que es
lo correcto. Ser mejor es la recompensa. Si lo consideramos así, nunca nos
sentiremos estafados.
3.
Al menos soy mejor que
a.
Somos condescendientes con nosotros mismos
porque no somos la peor persona del mundo. La consecuencia lógica es que jamás
alcanzamos ni algo cercano a nuestra mejor versión.
4.
No necesito ayuda ni una estructura
a.
Una de nuestras creencias más contraproducentes
es el desprecio por la simplicidad y la estructura. La fe, aunque sea
infundada, de que podemos tener éxito por nosotros mismos. Sin importar cuántas
veces nos hayamos fallado a nosotros mismos, seguimos creyendo que no
necesitamos estructura ni ayuda para cumplir nuestras metas.
b.
Lo segundo, es que tenemos un desprecio
inentendible por hacernos la vida fácil, es casi como que si algo no es
complejo no merece mi atención, nos gustan los desafíos innecesarios, imagínense
que cambiar ya es un desafío en el que el 95% fracasa.
5.
Tengo todo el tiempo del mundo
a.
Aquí existen dos creencias limitadoras,
subestimamos de manera continua el tiempo que se necesita para hacer algo.
b.
Creemos que el tiempo no tiene fin y que al
final siempre tendremos suficiente tiempo para cumplir nuestros objetivos.
c.
Esto genera aplazamiento, es el origen del ya
clásico ¨mañana empezaremos de verdad, no hay porqué hacerlo hoy¨.
6.
Nadie me presta atención cuando hago algo que
prometí no hacer
a.
Creemos que podemos volver a las viejas
costumbres porque los demás no nos están prestando atención. Somos casi invisibles.
b.
Aunque nuestra mejora, lenta y constante, no sea
tan evidente para los demás como para nosotros mismos, cuando volvemos a
nuestro antiguo comportamiento, los demás siempre se dan cuenta.
7.
Si cambio dejo de ser autentico
a.
Creemos que nuestro comportamiento no solo nos
define sino que representa nuestro yo fijo y constante, el auténtico nosotros
es inmutable.
b.
Si cambiamos, por alguna razón creemos, que no
seremos fieles a lo que realmente somos. A esto le llamamos ¨tozudez¨. Nos
negamos a adaptar nuestro comportamiento a la nueva situación porque ¨no soy
yo¨
c.
No solo podemos cambiar nuestro comportamiento
sino también como nos definimos. Cuando nos encerramos en una caja en la que
está escrito ¨este no soy yo¨ sin duda no saldremos nunca de ella.
8.
Tengo la capacidad de valorar mi propio
comportamiento
a.
Somos notoriamente inexactos cuando nos
valoramos a nosotros mismos. Encuestan demuestran que si se realiza la pregunta,
se consideran dentro de los 10 mejores de su entorno, un 98,5 % cree que está
por encima de la media.
b.
Si tenemos éxito, tendemos a arrogarnos el
mérito de las victorias y culpamos a los demás o a nuestra situación por las
derrotas.
c.
Nos convence que mientras otras personas se
sobrevaloran continuamente, nosotros nos valoramos de manera justa y precisa.
9.
Si lo comprendo lo haré
a.
Existe una diferencia muy grande entre comprender
y hacer.
10.
Tengo fuerza de voluntad y no caeré en la
tentación
a.
Subestimamos el poder de los disparadores en
nuestro entorno. El entorno es una máquina magnifica para reducir nuestra
fuerza de voluntad.
11.
Hoy es un día especial
a.
¨Mañana volveremos a ser la persona
disciplinada¨ porque hoy es el cumpleaños de mi tía, o porque hoy juega cerro,
etc.
b.
Nos dejamos guiar por impulsos y gratificaciones
inmediatas a corto plazo. Los cambios duraderos son muy gratificantes, pero son
a largo plazo.
12.
No me cansaré y mantendré vivo el entusiasmo
13.
No me distraeré y no ocurrirá nada inesperado
14.
El cambio será permanente y nunca más tendré que
preocuparme