· Hay algo que
me intriga de sobre manera, hace mucho tiempo, ¿Porque los niveles de
felicidad, en todas las investigaciones y estadísticas mundiales no aumentan?
·
Parece ser que nuestra felicidad se esconde
detrás de algo inentendible, que no crece a pesar de nuestros impresionantes
avances y logros como especie.
·
El techo de cristal de la felicidad, se esconde
detrás de dos pilares, uno psicológico y el otro biológico.
o
Desde el punto de vista psicológico, la
felicidad depende de expectativas más que de condiciones objetivas externas.
Solamente nos conformamos cuando la realidad iguala a nuestras expectativas. La
mala noticia es que a medida que las condiciones mejoran, las expectativas
crecen exponencialmente. Los grandísimos logros que consiguió la humanidad, se
traducen en mayores expectativas en lugar de una mayor felicidad. La tasa de
suicidios y depresión aumento en las últimas décadas por ejemplo. Si no hacemos
algo al respecto, nuestros futuros logros también nos dejaran igual de
insatisfechos.
o
Desde el nivel biológico, es un poco más
complejo, tanto nuestras expectativas como nuestra felicidad, están
determinadas por nuestra bioquímica, en lugar de nuestra situación económica,
social o política. Somos felices cuando tenemos sensaciones placenteras y somos
libres de sensaciones poco placenteras. La naturaleza le dio el poder de la
felicidad al placer y al dolor, y estos determinan gran parte de nuestra
existencia. De acuerdo a la ciencia, la felicidad y el sufrimiento no son nada
más que reacciones hormonales, nunca reaccionamos a eventos del mundo exterior
solo a sensaciones en nuestro propio cuerpo. Imagínate que sos Mario Gotze, y
convertís el gol del campeonato en la final del mundial, las sensaciones en tu
cuerpo te producen un éxtasis incontrolable, sin embargo, las partes más
profundas de tu cuerpo no saben nada de fútbol, solo conocen sensaciones, si no
supieras nada de fútbol no se produciría ninguna sensación. El otro punto es,
si por alguna razón fueses del equipo rival, y perdieras ese partido de esa
forma, pero por alguna razón no sintieras una sensación desagradable, quizás
porque tomaste alguna pastilla que produce cambios hormonales que a la vez
producen cambios en tus sensaciones, te sentirías igual que Gotze al convertir
el gol. Las sensaciones son momentos, pequeños momentos de éxtasis hormonal,
que incluso, si convertís el gol de la final del mundial, un tiempo después
desaparecen y luego de eso todo podría ser cuesta abajo, imaginémonos los
jugadores que ganaron mundiales y luego de viejos son depresivos, o los
rockstars que se suicidan. Si quiero sentir esas fantásticas sensaciones
nuevamente, debería meter otro gol similar, o tener otra promoción en el
trabajo, y si no lo logró, increíblemente me convertiría mucho más insatisfecho
que si hubiese sido un humilde campesino sin ninguna expectativa de vivir esas
sensaciones. Esto es toda culpa de la evolución, por incontables generaciones,
nuestros sistemas bioquímicos se adaptaron para aumentar nuestras
probabilidades de supervivencia y reproducción, no nuestra felicidad, los
sistemas bioquímicos premian las acciones que conducen a la supervivencia y la
reproducción con sensaciones placenteras, y para que sigan siendo placenteras,
debemos seguir alimentándolas. ¿Qué hubiese pasado si una rara mutación ocurría
hace miles de años en una ardilla que luego de haber comido una nuez disfruta
para siempre de una sensación de placer? si hubiese ocurrido, esa ardilla
hubiese disfrutado una existencia extremadamente feliz y corta durante un
tiempo para luego ser dejado de lado y morir, esa ardilla moriría rápidamente
ya que al no sentir la necesidad bioquímica no se hubiese preocupado por
conseguir más comida o intentar reproducirse nuevamente, las ardillas rivales
que sentían hambre nuevamente o esa necesidad de reproducirse, tendrían
muchísimas más chances de sobrevivir y reproducirse que la ardilla satisfecha con
lo que ya tuvo.
Es exactamente la misma analogía que utilizamos como humanos, nuestras
nueces son, grandes casas, mucho dinero, hermosas parejas, y esto también
raramente satisface por mucho tiempo, por exactamente la misma razón, no
evolucionamos para ser felices para siempre, eso no nos hubiese permitido
sobrevivir mucho tiempo en otras realidades.
·
La evolución nos controla con una amplia gama de
placeres, algunas veces nos seduce con sensaciones de tranquilidad, mientras
que en otras ocasiones nos llena de emoción y excitación, cuando un animal
observa algo que incrementa sus probabilidades de supervivencia y reproducción,
por ejemplo comidas, parejas o estatus social, el cerebro produce sensaciones
de alerta y excitación, que lleva al animal a realizar grandes esfuerzos por
conseguirlo. En un famoso experimento, científicos conectaron electrodos al
cerebro de varias ratas, permitiendo a los animales recrear sensaciones de
excitación simplemente con apretar un pedal, cuando a las ratas se les daba a
elegir, entre comidas sabrosas y apretar el pedal, preferían el pedal, así como
los chicos prefieren jugar videojuegos en lugar de bajarse a comer la cena, las
ratas apretaron el pedal una y otra vez, hasta que colapsaron de hambre y
cansancio. Las sensaciones que estamos acostumbrados a buscar como animales
evolutivos nos controlan hasta el punto de poner en riesgo nuestras vidas si
esas sensaciones son creadas en ambientes ficticios, donde la satisfacción de
esa sensación es ficticia (electrodos) y no a lo que estamos acostumbrados a
buscar para satisfacerlas, comida, parejas, estatus social, etc. Al final, las
sensaciones emocionantes, se van y quedan solamente mayores expectativas, el hombre
de negocios disfrutando como suben sus acciones en la bolsa y el gamer
disfrutando matando monstruos en la pantalla, no encontrarán ninguna
satisfacción recordando las aventuras de ayer, como las ratas apretando el pedal
una y otra vez, el hombre de negocios, el gamer y el Don Juan, necesitan un
nuevo disparador de sus emociones cada día, las expectativas siempre se adaptan
a las nuevas condiciones.
·
Quizás la clave de la felicidad no sea ni la
carrera ni la medalla de oro, sino combinar la dosis correcta de excitación y
tranquilidad, si la ciencia está en lo correcto y nuestra felicidad está determinada
por nuestros sistemas bioquímicos entonces la única forma de asegurar una
felicidad duradera es modificando estos sistemas. Olvídense del crecimiento
económico, reformas sociales y revoluciones políticas, en orden de aumentar los
niveles de felicidad a nivel mundial necesitamos manipular la bioquímica del ser
humano y es exactamente lo que llevamos haciendo en las últimas décadas. 50
años atrás las pastillas psiquiátricas llevaban encima un estigma muy severo,
hoy ese estigma se rompió, sea bueno o malo, la realidad es que un porcentaje
creciente de la sociedad está tomando medicinas psiquiátricas de forma regular,
no solo para recuperarse de enfermedades mentales debilitantes, sino para enfrentar
depresiones más mundanas, dormir mejor y de experimentar un aumento en la
concentración, desempeño, etc. Todo esto nos indica que estas sensaciones se
producen por hormonas, y conexiones neuronales, fácilmente manipulables por las
mencionadas pastillas. La búsqueda de la felicidad a través de la bioquímica es
también la razón número uno del crimen en el mundo, la mitad de las personas en
las prisiones están ahí por causas de las drogas, las personas toman alcohol
para olvidar, fuman marihuana para sentirse pacíficos, toman cocaína y metanfetaminas
para sentirse confiados, etc. Lo que algunas personas esperan obtener a través
del estudio, el trabajo o formar una familia, otros tratan de obtenerlo mucho
más fácilmente a través de la dosis correcta de moléculas, esto es un problema
existencial para las sociedades, por lo que los países gastan enormes
cantidades de dinero de forma innecesaria para combatir el crimen bioquímico,
el estado espera regular la búsqueda de la felicidad a través del cambio
bioquímico, separando malas manipulaciones de buenas, el principio es simple,
cambios bioquímicos que fortalecen la estabilidad política, social y económica,
son permitidos y estimulados, por ejemplo esos que calman a los niños con déficit
de atención en los colegios, o permiten a los soldados a tener más coraje a
través de pastillas, y los que la amenazan son baneados, por eso, con mucha
confianza podemos concluir, que siempre que la búsqueda de los cambios bioquímicos
continúe, esto siempre moldeara las acciones de la política, la sociedad y la
economía. Sin importar el método que se utilice, alterar la bioquímica del
cuerpo, no será fácil, ya que requiere cambiar los patrones esenciales de
comportamiento de la vida, pero sin ninguna duda, enormes recursos están siendo
destinados en esta búsqueda, y su logro tarde o temprano será inevitable,
cualquier cosa que modifique el funcionamiento del cerebro y nos produzca
emociones placenteras, será buscada con mucha determinación.
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Está lejos de ser certero si realmente el humano
debería invertir tantos esfuerzos en esta búsqueda, buda manifiesta que la persecución
de sensaciones placenteras es el origen del sufrimiento, aumentan las
expectativas, aumentan la disconformidad con la realidad, también dice que esas
sensaciones son efímeras, insignificantes y siempre buscamos más, sin importar
cuántas sensaciones placenteras obtenga, nunca me satisfarán, me quedo sin
ninguna otra opción que la de perseguirlas constantemente. Sigue Buda, para
obtener la verdadera felicidad, los humanos deben disminuir la persecución de
sensaciones placenteras no acelerarlas. Sin embargo, este problema tiene
solamente dos soluciones, la solución bioquímica, es desarrollar productos que
alimenten a los humanos con interminables sensaciones placenteras, así nunca
estaremos sin ellas. La segunda, la sugerencia de Buda, sería reducir nuestra
necesidad de sensaciones placenteras y no permitirlas que nos controlen, según él,
podemos entrenar a nuestra mente para observar como las constantes sensaciones
aparecen y desaparecen, cuando la mente aprende a observar las sensaciones por
lo que son, perdemos interés en perseguirlas, ¿Cuál es el punto de vivir detrás
de algo que desaparece apenas nos satisface?
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Sin embargo, en el presente, el humano tiene muchísimo
más interés en la búsqueda bioquímica de la felicidad, sin importar lo que
digan los monjes del Himalaya, para el capitalista la felicidad es placer,
punto. Por cada año que pasa nuestra tolerancia por sensaciones poco placenteras
disminuye y nuestra búsqueda por sensaciones placenteras aumenta, la economía
está basada en ese fin, cada año salen juegos más adictivos para celulares,
mejores drogas para dormir, nuevos sabores de helados, para no sufrir ningún
solo segundo mientras esperamos por la excitación suprema. Todo esto es
raramente suficiente por supuesto, ya que el homo sapiens no fue adaptado por
la evolución para experimentar constantes sensaciones placenteras, si eso es lo
que la humanidad quiere, los helados y los juegos no lo lograrán. Deberemos
hacer una reingeniería de la biología del ser humano, y los científicos están trabajando
en eso, podremos debatir si es bueno o malo, pero es probable, que el gran
proyecto de este siglo (junto con la inmortalidad), sea asegurar la felicidad
global, haciendo una reingeniería del homo sapiens para que pueda disfrutar una felicidad eterna.
Chez
Acosta.
Yo me siento feliz hace mucho tiempo. Feliz y agradecido con la vida. Feliz y en paz. Feliz y entusiasmado. Curioso, aprendiz y con ganas de emprender algunas actividades muy nuevas para mi.
ResponderBorrarHace rato que me siento feliz, hace algunos años.
Dominaste a tu mente entonces, se trata más de como la humanidad como especie está buscando eso, como vos máximo debe estar el 5% de la humanidad y la ciencia lo que quiere es que todos tengan acceso a la felicidad eterna, también podemos discutir si está bien o no pero la realidad es que las mentes más brillantes de la ciencia están trabajando en esto en esto
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